raro como la gente

viernes, julio 21, 2006

ultraviolento


En 1971 el mundo se escandalizó por la sexualidad y la violencia reflejada en la Naranja Mecánica, obra que se convirtió en un clásico cinematográfico indiscutido. Una banda de jóvenes delincuentes recorre la noche para disfrutar de la ultraviolencia, golpeando indefensos y violando hermosas mujeres... así era la visión futurista del mundo de Kubrick (quien creó su propia estética y su propio lenguaje narrativo).
Esa facilidad con la que uno puede acabar con la vida de otra persona sólo por diversión no es una simple denuncia del arte... es algo que debería seguir horrorizándonos. Por eso a 30 años de su estreno la Naranja Mecánica continúa teniendo una imponente vigencia. La alienación del individuo castrando su posibilidad de discernir y distinguir libremente la realidad, también es parte del film y parte de nuestra vida.
En 1973, la revista MAD, incluía esta parodia de una de las primeras escenas de la película, donde el sexo y la violencia son ridiculizados, como otra manera de ponerlos sobre el tapete. Otra forma de llamar la atención sobre los mismos viejos temas.

miércoles, julio 05, 2006

Clockwork Orange



-¿Y ahora qué pasa, eh?
Estábamos yo, Alex, y mis tres drugos, Pete, Georgie y el Lerdo, que realmente era lerdo, sentados en el bar lácteo Korova, exprimiéndonos los rasudoques y decidiendo qué podríamos hacer esa noche, en un invierno oscuro, helado y bastardo aunque seco. El bar lácteo Korova era un mesto donde servían leche-plus, y quizás ustedes, oh hermanos míos, han olvidado cómo eran esos mestos, pues las cosas cambian tan scorro en estos días, y todos olvidan tan rápido, aparte de que tampoco se leen mucho los diarios. Bueno, allí vendían leche con algo más. No tenían permiso para vender alcohol, pero en ese tiempo no había ninguna ley que prohibiese las nuevas vesches que acostumbraban meter en el viejo moloco, de modo que se podía pitearlo con velocet o synthemesco o drencrom o una o dos vesches más que te daban unos buenos, tranquilos y joroschós quince minutos admirando a Bogo y el Coro Celestial de Angeles y Santos en el zapato izquierdo, mientras las luces te estallaban en el mosco. O podías pitear leche con cuchillos como decíamos, que te avivaba y preparaba para una piojosa una-menos-veinte, y eso era lo que estábamos piteando la noche que empieza mi historia.
"La Naranja Mecánica" Anthony Burgess, 1962

martes, julio 04, 2006

el fantasma de la libertad

"En total hay ciento treinta réplicas a escala de la Estatua de la Libertad en lugares públicos por todos los Estados Unidos. Se pueden encontrar en los parques, delante de los ayuntamientos, en lo alto de los edificios. Al contrario de lo que ocurre con la bandera, que tiende a dividir a la gente tanto como a unirla, la estatua es un símbolo que no causa ninguna controversia. Si hay muchos americanos que están orgullosos de su bandera, hay otros tantos que se sienten avergonzados de ella, y por cada persona que la considera un objeto sagrado, hay otra que querría escupirle, o quemarla, o arrastrarla por el fango. La Estatua de la Libertad es inmune a estos conflictos. Durante los últimos cien años ha trascendido la política y la ideología, alzándose en el umbral de nuestro país como un emblema de todo lo que hay de bueno en todos nosotros. Representa la esperanza más que la realidad, la fe más que los hechos, y sería difícil encontrar una sola persona dispuesta a denunciar las cosas que representa: democracia, libertad, igualdad ante la ley. Es lo mejor que los Estados Unidos pueden ofrecer al mundo y, por mucho que a uno le apene el que los Estados Unidos no hayan logrado estar a la altura de estos ideales, los ideales mismos no se ponen en cuestión. Han dado consuelo a millones de personas, nos han infundido a todos la esperanza de que algún día podremos vivir en un mundo mejor."

Paul Auster (Leviatán ,1992)